Nos duele tu partida querido Marcio. Llegaste a nuestra Casa de Arte para quedarte, enamorado, como dijiste, de la vieja casona que nos alberga y de nuestra utopía de construir un refugio para todos los artistas.
¡ Tanto nos enseñaste! Con tu erudición renacentista y también con tu curiosidad siempre a flor de piel, y tu entusiasmo por profesionalizar la gestión cultural en el país.
Nos priviligiaste, siempre con tu presencia. Celebramos que, gracias al proyecto de desarrollo de la institución hermana Centro León , hiciste por un tiempo a Santiago tu hogar.
¡ Cuanta bondad y don de gente ! Tenías décadas como el escritor consagrado, digno candidato para el Cervantes y el Nobel, y aún así te entusiasmaste como un niño cuando te solicitamos que escribiera para el libro artesanal » Johnny Pacheco en voces ajenas» con el que rendimos homenaje al maestro salsero en el festival internacional Arte Vivo 2004.
Ve en paz a la eternidad. Nos dejas tu fervor por las raíces de nuestra idiosincrasia, tu devoción por las letras y tu entrega absoluta a la cultura.
Descansa amigo y maestro, cumpliste a cabalidad la misión de tu vida. En Casa de Arte, inc. Te recordaremos siempre.
*- Texto del doctor, escritor y poeta Fernando Cabrera.
