Las llegadas de turistas internacionales, (visitantes que pernoctan) al Caribe no crecieron en 2018 de acuerdo con datos publicados por la Organización de Turismo (OMT) que reflejan también que estos arribos en todo el mundo aumentaron un seis por ciento hasta 1.400 millones el pasado año, claramente por encima del crecimiento del 3.7 por ciento de la economía mundial.
El informe de Resultados del Turismo Internacional 2018 y Perspectivas 2019, recoge que las Américas crecieron un tres por ciento, al acoger 217 millones de llegadas internacionales el pasado año, con resultados mixtos en todos los destinos.
El crecimiento fue liderado por América del Norte un cuatro por ciento y seguido por América del Sur con un tres por ciento , mientras que América Central y el Caribe (ambos decrecieron un 2 por ciento, este último reflejando el impacto de los huracanes de septiembre de 2017 Irma y María.
“El crecimiento del turismo en los últimos años confirma que el sector es hoy uno de los motores más poderosos de crecimiento y desarrollo económico a nivel global. Tenemos la responsabilidad de gestionarlo de manera sostenible para traducir esta expansión en beneficios reales para todos los países, y en particular, para todas las comunidades locales, creando oportunidades de empleo y emprendimiento y sin dejar a nadie atrás”, señaló el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili. «Es por eso que la OMT está centrando el 2019 en la educación, las habilidades y la creación de empleo», agregó.
El pronóstico a largo plazo de la OMT publicado en 2010 predice un total de 1.400 millones de llegadas de turistas internacionales para 2020. Sin embargo, el crecimiento económico más sólido, los viajes aéreos más asequibles, los cambios tecnológicos, los nuevos modelos de negocios y la mayor facilitación de visados, han acelerado el crecimiento en los últimos años.
En base a las tendencias actuales, las perspectivas económicas y el índice de confianza de la OMT, se prevé que las llegadas internacionales crecerán entre un tres y un cuatro por ciento el próximo año, más en línea con las tendencias históricas de crecimiento.
Como telón de fondo general, la estabilidad de los precios del combustible tiende a traducirse en viajes aéreos más asequibles, mientras que la conectividad aérea continúa mejorando en muchos destinos, lo que facilita la diversificación de los mercados de origen. Las tendencias también muestran más viajes desde mercados emergentes, especialmente India y Rusia, pero también desde mercados de origen árabe y asiático más pequeños.
Al mismo tiempo, la desaceleración económica mundial, la incertidumbre relacionada con el Brexit, así como las tensiones geopolíticas y comerciales pueden provocar una actitud de «esperar y ver» entre los inversores y los viajeros.
En general, se espera que 2019 vea la consolidación entre los consumidores de tendencias emergentes como la búsqueda de “viajar para cambiar y mostrar”, “la búsqueda de opciones saludables» tales como caminar, de bienestar o el turismo deportivo, “viajes multigeneracionales” como resultado de cambios demográficos y viajes más responsables.
«Se espera que la digitalización, los nuevos modelos de negocios, los viajes más asequibles y los cambios sociales sigan dando forma a nuestro sector, por lo que tanto el destino como las empresas deben adaptarse si quieren seguir siendo competitivos», agregó Pololikashvili.