Su cercanía aérea, (a tan solo hora y media de vuelo desde el aeropuerto de Maiquetía) y sus indicadores económicos han atraído a muchos venezolanos que han decidido residir en Dominicana, por lo que cada vez es más habitual toparse con marcas comerciales y pequeños emprendimientos de sello tricolor.La cultura, idiosincrasia y costumbres del dominicano, junto con su humor, soltura y espontaneidad combinados con respeto y valores positivos bien definidos, resultan en una atención esmerada a los visitantes.
Para los recorridos, los taxistas son los mejores guías. Brindan consejos acertados para realizar paseos a pie y conocen las rutas más idóneas para eludir el tráfico.
Las frutas tropicales abundan. Pequeños negocios improvisados por doquier ofrecen jugos que acompañarán la contemplación de la belleza de la zona colonial de Santo Domingo, la cual se extiende por tres kilómetros de calles pavimentadas y resguardadas como un tesoro porque allí se encuentra el alma de la capital. Sus estructuras arquitectónicas y fachadas de casas datan de 1503, cuando el gobernador Nicolás de Ovando se dedicó a organizar administrativa y territorialmente esta nación por instrucciones del Reino de España.
La zona colonial alberga restaurantes, cafés y hoteles pintorescos que conviven en perfecta armonía con la arquitectura del lugar, que desde 1990 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Por la noche los monumentos encienden sus luces, lo que propicia un ambiente de fiesta.
En la lista de compras y el entretenimiento de los más pequeños está Aquamundo Sambil. Mientras que un paseo por los parques Botánico y Colón son opciones que no deberían faltar en su itinerario.
Cifra
República Dominicana es un destino que anualmente recibe más de 6 millones de visitantes. Y es que desde 2014 registra cada año un vertiginoso crecimiento de 7% del PIB.