Por Pappy Pérez
SANTIAGO. –Edward Uceta (Sopita), el niño dominicano que atrapó la fama en el Mundial de Pequeñas Ligas de Williamsport, Pensilvania tiene dos buenas noticias a la vista.
La primera y primordial para él y su familia es que se enrola a partir de hoy al séptimo grado de la escuela Emilio Hernández de Gurabo, y pretende unir sus estudios con el béisbol, su pasión.
La segunda es que siendo de una familia pobre ha encontrado, un mentor que sin interés pecuniario en su futuro ha decidido apadrinar su joven carrera.
Sopita sueña con ser un jugador de grandes ligas alguna vez. Su equipo favorito son los Yankees. En el país las Águilas, eso se cae de la mata, dice.
A pesar de sus 12 años, la fama prematura lejos de abrumar a Sopita, le ha dado la oportunidad de mostrarlo en toda su habilidad.
La entrevista fue una muestra, sus repuestas llenas de soltura y sinceridad infantil, sacan a flote, talento, inteligencia y bondad.
Qué ha significado el evento para ti: “Me ayudó a mantenerme siempre bien enfocado en la pelota, y ese estado fue muy bueno”
Define su regreso por el aeropuerto Cibao como “Una sorpresa que me dieron, me asusté cuando vi tantas gente, mi familia, mis amigos en el aeropuerto “ , y a seguidas suelta que “Me siento bien en el país, allá era muy bonito, pero quería ver a mis amigos y familia de nuevo”.
ENTRE SEGUNDA Y CATCHER
A Uceta le gusta jugar segunda y catcher, dos posiciones para peloteros inteligentes y habilidosos por lo que preguntamos, por qué era el pitcher en el último juego, cuando fueron descalificado.
“El dirigente Chichilo Cordero confía mucho en mí, incluso después de haber recesado por una hora, me dio la bola de nuevo y me pidió que lanzara recta afuera, pero el pitcheo se me quedó alto, y me dieron el hit ganador”.
Edward Uceta llevó a Venezuela hasta el último episodio del partido por la semifinal ganando 2-1, pero la lluvia detuvo el juego, preparando el escenario para la definición adversa una hora después.
Sopita describe como dramático el final del choque en el que fue transmitido por ESPN llorando en el suelo junto al box. Confiesa que al mismo tiempo sintió una gran satisfacción cuando los niños de Venezuela, incluido el que le dio el hit ganador le abrazaron y elogiaron su calidad de juego.“Yo le dije también a él que era el mejor y le deseé suerte. Intercambiamos y el me regaló su pantalón, que es el que llevo puesto con el número 22 y yo le regalé una camiseta, eso fue muy bonito”
¿Por qué te dicen Sopita? “A mi papá (Cecilio Uceta) cuando jugaba softbol le decían Sopa, y a mí me pusieron Sopita”, dice con cara de pícaro
El joven pelotero es muy buscado por su calidad. Agradece a Changuito Olivo, del club Mambuiche que lo enseñó desde los cuatro años, a practicar bien, además al Rubio de Tamboril y el Brother Chichilo Cordero, manager de Pontezuela, el equipo que lo llevó a Pensilvania.
Para Sopita el mejor momento fue cuando le ganaron a Australia. “teníamos al cuarto bate de ellos en el home, y nuestro pitcher no se apretó y lo dominamos, fue maravilloso”.
UNA MADRE ORGULLOSA
De su lado la señora Danisa Rodríguez se siente como “una madre Orgullosa, no ganaron allá, pero lo sentimos campeones, estamos orgullosos de él, es una maravilla de hijo, tengo tres que son amorosos, es una bendición”.
Dijo que no tiene recursos económicos para llevar tan lejos como quiere a sus hijos, “pero mientras estemos vivos lucharé por ellos”, valoró el respaldo que ha recibido de todos.