José Ernesto Devarez
(Texto y fotos)
La historia del rio Yaque del Norte, recoge posiblemente una gran bibliografía que destaca las bondades de esta gran masa de agua que a tantos pobladores beneficia desde sus orígenes en las lomas de nuestra cordillera central, hasta la desembocadura en aguas del océano Atlántico.
Quizás sin embargo, el enfoque más abarcador, el más importante por ende, la visión del rio Yaque del Norte como ecosistema fluvial más importante, social, económico y ambiental en toda la República Dominicana, es la versión más descuidada de cuantas se han expuesto.
En sus siete mil cuarenticuatro kilómetros cuadrados de cuenca existe un desarrollo armónico que toca a mas de dos millones de personas que lo poseen como fuente de abastecimiento para consumo como agua potable.
Poblaciones como las de Santiago de los Caballeros, Moca, Tamboril, Licey, Villa González y gran parte de Navarrete, son beneficiarias de estas aguas, además de gran parte de las poblaciones de la línea Noroeste, depende de esta cuenca.
Ecológicamente el rio Yaque del Norte propicia la presencia de agua en las zonas de bosque seco a través de su sistema hidrográfico en la línea noroeste, a la par que satisface necesidades de otras cuencas, como es el caso de Yuna, con su población en el municipio de Moca.
Más de un millón de tareas de tierras son irrigadas por el Yaque del Norte, y de él depende, la producción del banano orgánico numero uno en consumo del mundo, ya que las tierras de la línea noroeste albergan esas tierras convirtiendo a nuestro país en el orgulloso productor de ese renglón de exportación-
Obra de toma de los canales Ulises Francisco Espaillat y Monsieur Bogaert, en la ciudad de Santiago (Cortesía de Coraasan)
140 mil kilovatios hora producen las aguas del Yaque en distintas hidroeléctricas colocadas para tales fines, otorgándonos un respiro en la utilización de combustibles fósiles y aportando de paso una línea de producción amigable con la naturaleza en este sistema. De estas aguas depende la producción del 40 por ciento de toda la producción agrícola y pecuaria del país.
La ocurrencia de áreas ribereñas con bosques de galería, como en los casos de Jarabacoa, y Mao, entre otras, son beneficios adicionales poco evaluados a la hora de revisar sus aportes.
A través de el establecimiento de lagos artificiales, como en el caso de las presas, propician una actividad turística de importancia que aporta bienes con la contemplación de este recurso natural a la par de ser los recipientes ideales para la crianza de peces que dan vida a numerosas comunidades y sirven para alimentar las poblaciones de turistas que visitan los cuerpos de agua.
El rio Yaque del Norte, ha probado ser un equilibrio ecológico en el sistema de desarrollo de flora y fauna nativa y endémica de la República Dominicana, demostrando además ser de un gran potencial para mayor desarrollo de la acuacultura y otros renglones de la pecuaria.
Enriquecer de la manera que lo hace, a través de la gran cantidad de materia orgánica en los sistemas costero marinos, lo constituye en un gran enriquecedor de la diversidad de especies animales y vegetales en la costa norte del país y básicamente en la zona de su desembocadura en el océano atlántico
El Cibao tiene páginas escritas que independientemente del tema que se trate, jamás podrán estar al margen de los beneficios que aportan las aguas del rio Yaque del Norte a toda su población. Ya sea esta población residente o flotante, siempre habrá unos vínculos, unas ataduras que afloraran inexorablemente cual que sea la actividad en la que estemos inmersos.
Es esta concepción la que nos lleva al convencimiento pleno de que el rio Yaque del Norte precisa de acciones positivas conjuntas de todos y cada uno de nosotros. Que podamos explotar sus aguas con criterios claros y conservacionistas, implicando esta visión un uso razonable y adecuado tratando siempre de devolver en la medida que nos sea posible, su potencial regenerador de todo cuanto implica la vida.