Alfredo Hernández tenía un sueño, un sueñoque hace varias décadas, en este país, pocos lograban materializar debido principalmente a la inexistencia de entidades académicasdestinadas a este tipo de enseñanzas, ser tripulante de cabina,
Su amor por esta ocupación surgió desde muy niño, ya que apreciaba el trabajo de su padre, quien era piloto de la empresa estatal Dominicana de Aviación, lo que sirvió de inspiración y le facilitó entrar y formar parte de este exigente, muy exclusivo y hasta limitado renglón.
En el transcurso de su carrera y gracias a su visión profesional logró prepararse y entrenarse para ser instructor, convirtiéndose entoncesen el único instructor con licencia, avalado de manera oficial por el Instituto Dominicano de Aviación Civil ( IDAC). Antes sólo se otorgaba un permiso y gracias a las gestiones y acciones realizadas por Hernández se obtuvo dicha licencia.
“Desde el principio mostré al IDAC mis inquietudes paracrear una escuela de tripulantes de cabina y no faltaron las trabas, pero tampoco la persistencia ni las oraciones para llegar a las personas correctas lograndocrear y establecer el primer centro aeronáutico, así como la creación y aprobación de la ley 142 que regula los Centros Aeronáuticos Dominicanos, siendo el primer centro reconocido a nivel internacionalcomoformadores a nivel profesional en esta área” explicó Alfredo Hernández al reconocer que valió la pena el esfuerzo y las horas de estudios y trabajos para lograr los objetivos.
Según Hernández los requisitos para ser Tripulante de Cabina, o azafatas y sobrecargos como lo conocemos, son los mismos que exigen los centros universitarios: ser bachiller, mayor de edad, saber nadar e inglés es fundamental, pero todo se puede lograr gracias a la clases impartidas en su centro y a un programa de 35 horas de inglés técnico para tripulantes de cabina con un libro de ejercicios y cd de sonido. De igual forma los interesados deben ser menores de 35 años de edad ycon una estatura que puedan alcanzar con las manos extendidas el compartimiento de arriba donde ponen los pasajeros el equipaje de mano, ya que ahí se encuentran también los equipos de emergencia. Lo importante es que tenga la capacidad de tener la seguridad de que en cualquier momento puede asistir un pasajero y salvarle la vida en una evacuación rápida.
El tripulante de cabina por regulaciones está abordo para la seguridad de los pasajeros y de la cabina de pasajeros ante cualquier emergencia que se presente tanto en la cabina de pasajeros como a los pasajeros mismos. En la aviación todo está escrito¨ ¨una emergencia es un momento imprevisto que requiere de una rápida acción ¨ y para esa rápida acciónes que nosotros entrenamos a nuestro tripulantes.
Hay que destacar que la licencia que otorga el IDAC es reconocida en 192 países del mundo. Todos los países que pertenezcan a la OASIS, reconocen y certifican por acuerdos internacionales nuestras licencias del IDAC.
“La Federal AviationAdministration (FAA) que regula la aviación en los Estados Unidos, nos envió todos los requisitos que ellos exigen, lo comparamos e hicimos un cruce y muy pocas cosas estaban fuera de nuestras regulaciones y esas pocas cosas ya la incluimos, por lo que estamos sumamente preparados” explica.
En el centro no se escatima ningúnesfuerzoal momento de invertir por lo que contamos con todos los equipos e implementos del más alto nivel.
Abrimos nuestras puertas en Santiago, la ciudad corazón donde hemos tenido una experiencia sorprendente con tantos jóvenes amantes de la aviación, necesitando esta alternativa como carrera.
Tenemos en nuestra visión hacer en el futuro el gran centro de entrenamiento de tripulantes de cabina del Caribe, pensado en una gran nave, con piscinas, los toboganes, los simuladores de un avión completo, las aulas de laboratorios de inglés, las aulas de clases, el espacio para otras cosas como defensa personal, clases de oratoria, entre otros, vitales para los entrenamientos.
Un alto porcentaje de los tripulantes de cabina a nivel nacional han sido formados en este centro.
¨Es una satisfacción ver cómo llegan a nuestros centros y como salen¨.
“Deseo que nuestros jóvenes de República Dominicana puedan optar y tener esta maravillosa experiencia de ser tripulante de cabina”.
¨La aviación es una adicción.¨